El martes aprovechamos que era fiesta, y aunque no estaba nada claro, aparecimos en el aparcamiento de la Covatilla a ver que había por Peña Negra de Becedas, que con lo pelada que estaba la sierra no queríamos darnos un largo paseo en vano.
Comenzamos con una buena subida por prados pelados de nieve, con lagunas heladas que dieron para pasar un rato...
Manteniendo las buenas costumbres.
Los "pisapraos"
Y en efecto... No había nieve ni para hacer algún corredor... Así que encontramos un murete vertical con algo de hielo desperdigado y montamos un par de yoyos para forzar en mixto y dry-tooling.
Y a base de darle, encontramos un par de líneas suficientes para pasar el día, quitar el mono de la verticalidad con herramientas de hielo, y, sobretodo, echar unas buenas risas.
Una de las cosas buenas de Peña Negra es la aproximación, que si a la ida es corta, a la vuelta más. Así que disfrutamos del paseo por las pistas de la covatilla, la "mejor" nieve que pisamos ese día...
Llegamos al coche de día, algo raro para nosotros... aunque esta semana parece que se ha puesto de moda.
David se estrenó "a lo grande". No es que fuera un gran día alpinístico, pero para ser la primera vez que se ataba a una cuerda...
Y encontramos una buena cafetería en Béjar, que tiene las lámparas colgadas con polipastos jajaja.
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