Por fin habían llegado las buenas condiciones al Circo de Gredos, y a mí no me quedaba mucho tiempo para aprovecharlas, así que Carlos y yo unimos objetivos, y preparamos una jornada de esas largas y agotadoras, en la que la parte más dura comenzaba casi a la hora a la que deberíamos volver a casa...
La Canal de la Pluma es esa que saluda a todo el que se asoma desde Barrerones, al Circo, en invierno, no muy técnica, pero que ya llevaba tiempo llamándome.
Y no muy lejos de ella, una de mis espinitas clavadas del Circo: El Cervunal, o Cabeza Nevada.
Así que estaba claro: unir estos dos puntos en una sola jornada, sin siquiera saber si sería posible o nos daría tiempo...
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Madrugón de los buenos, con salida del Sol a medio camino entre Prado Pozas y la fuente de los Cavadores. (Foto de cabecera.)
Pillamos la canal a la sombra de milagro, cuando al Sol ya apretaba el calor...
Como pasa con todas las pendientes, pierden inclinación cuando te acercas...
En plena subida.
Al llegar arriba, íbamos hacia terreno desconocido, e hicimos la primera parada en lo que luego descubrimos, se llama, el mirador de Punta Esperanza, perfecto para contemplar la cara norte del Almanzor...
Primer hito del día, conseguido.
Seguimos dirección al Cerro de los Huertos, sin tener una idea muy clara de por donde atacarlo.
Al final, manda la que manda, y solo pudimos hacer cima en una de sus cotas, la cresta estaba peliaguda y con un rápel ya fue suficiente...
Cerro de los Huertos.
Seguimos por la cresta, dirección al Gargantón, buscando alguna canal por la que bajar...
Y a la tercera fue la vencida...
Carlos, camino del Gargantón
Apretaba el calor de mediodía y quedaba lo más duro, después de haber perdido altura, afrontar una de las subidas más cansinas de Gredos...
La pala final, ya con la cima al fondo...
La recompensa? Atardecer en la cima del Cervunal...
Y vuelta a casa, de esas con frontal, Bodeguilla y ya sin prisa... Pues una vez se hace de noche, ya no hay por que correr...
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