Al día siguiente de lo relatado en la última entrada, ya estaba en marcha otra vez, y es que nunca hay que perder la oportunidad de visitar Gredos.
Los planes del grupo de senderismo Vistahermosa eran subir tranquilamente a la Laguna de la Nava, y quizé luego al Alto del Corral del Diablo. Lo bueno de ir con esta gente es que para mi significa ritmo tranquilo y peso en la espalda casi nulo, lo que permite disfrutar más del recorrido y la jornada.
Con mis padres, a punto de entrar en el estrechamiento de la garganta.
La hierba de encima de la presa siempre será un lugar mágico...
Después de comer, nos dimos al baño...
Tan poca prisa nos dimos y tan relajados estábamos con los chapuzones en la laguna que al final se nos hizo tarde para seguir subiendo. Además, que entre quedarnos fresquitos en la cómoda hierba a volver a sudar pedrera arriba... A veces somos débiles...
Así que iniciamos el descenso, que no era corto precisamente, llegando a los coches con la luz justa para ver donde poníamos los pies.
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