martes, 4 de diciembre de 2012

Alquézar


La segunda parte de mi estancia pirenaica me ha llevado, hasta hace poquitos días, al corazón de la Sierra de Guara, a Alquézar. Y, aunque parezca mentira, esta vez no hemos hecho ningún barranco.

La primera semana la pasamos metidos en el rocódromo casi cada hora que teníamos libre, algunos literalmente, ¡quitándose tiempo incluso de comer!


Con el fin de semana llegó la roca, y comenzamos por las pocas vías fáciles que hay en el pueblo.


La semana siguiente ya tuvimos alguna salida de clase, que nos llevó a descubrir las pasarelas y cañones del Vero, lloviera o no... 


La huelga nos dió un día libre de inusual calor, así que volvimos a escalar, ya con ganas de probar algo más duro.


Y las pruebas salieron bien, ya que encadené mi primer 6b al primer pegue, casi casi a vistiflash.

Yo en el 6b, y Joao en un 6c, que yo probé después.

En Benasque solo nos dio tiempo a mirar el rocódromo con ansia, y no digamos de escalar fuera... Y la última semana en Alquézar fue todo lo caótica que se pueda esperar, con varios examenes teóricos, una carrera de orientación y una salida de 2 días... Vamos, ¡que me sale la montaña por las orejas!



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