miércoles, 7 de mayo de 2014

Aneto. Marzo 2014

¡Primeros pasos hacia el Aneto!

Ya desde el primer curso, para unos cuantos compañeros de clase, el Aneto era el primer objetivo cada fin de semana, cada día libre, cada vez que parecía que iba a haber condiciones...

Y casi, casi cuando peor cuadraba dentro del horario lectivo, se alinearon los astros y a las 6 de la tarde, poco después de llevar todo el día en la nieve, de clase, hicimos las mochilas a toda prisa para estar esa noche en La Renclusa a cenar.

Rubén y Pablo, llegando al portillón superior.

Madrugamos, pero fue uno de esos madrugones con calma, cómodos al ser en refugio, y ya con crampones desde la misma puerta de La Renclusa, pusimos rumbo a través del fuerte desnivel inicial hasta el portillón superior.

Primera vista del Aneto y su glaciar.

Asomarse al portillón significó la llegada del Sol y del calor, y el fin de la cuesta arriba, por lo que atravesar el glaciar fue una gozada. 


Y justo cuando el glaciar se empezaba a empinar hacia la cima, llegamos a nuestro objetivo más cercano, el collado de Coronas, puesto que nuestra vía al Aneto no era otra que el famoso corredor Estassen.

Buscando el paso de la rimaya.

Poco después de bajar del collado, ya en el glaciar de Coronas, paramos a comer algo y a prepararnos, pues la cosa ya empinaba un poco.

Evidente, ¿no?

Preparándonos y muy atentos a las explicaciones de Lorenzo.

Flanqueando hasta la entrada del Estassen.

Nada más llegar al inicio del corredor, ¡nos metimos a ello! ¡había ganas!

Matías, abriendo camino.

La nieve estaba de más de blanda, casi polvo en algunos tramos, y había que buscar las zonas duras...

¡Para arriba!

Cuando ya se veía el final, la vista se nos iba hacia otros corredores más encajonados a nuestra derecha, y que parecía que incluso tendrían hielo, y no pudimos evitarlo... Nos desviamos por el Petit Black. 
Pablo y Rubén siguieron por el Estassen, ya que sus crampones ligeros no estaban muy dispuestos a clavarse en el hielo.

El final del Estassen y a la derecha, la entrada al Petit Black

Matías en el Petit Black, ¡esto ya es otra cosa!

Gozando en el mejor tramo.

Matías y el corredor.

Matías, Lorenzo y yo, contentos a la salida del Petit Black

Cresteamos hacia la salida del Estassen, donde nos esperaban nuestros compañeros, haciéndonos algunas fotos como esta.


Seguimos todos juntos por la cresta, con algún pasito alegre, y pronto vimos la cima.



¡Ya no queda nada!

Y ¡por fin! Estábamos en el Aneto, a 3.404 metros, mi altura record por ahora (y sin pizca de síntomas de mal de altura, no como otras veces...). La primera vez para Matías, Lorenzo y yo, por la vía que habíamos deseado tanto, y después de tantos intentos fallidos 

Foto "de grupo"

¡Aneto!

Después bajamos por el famoso paso de Mahoma y comimos el bocata justo después. Como se dijo entonces "¡Qué suerte poder comerse el bocadillo al Sol prácticamente en la cima del Aneto en marzo!"

Bajando si que se hizo un poco largo el glaciar, como vaticinó Lorenzo, y desde el portillón superior ya no sabíamos por donde deslizarnos para llegar cuanto antes a La Renclusa, donde nos dimos el merecido descanso, aunque no muy largo, pues quedaba regresar a Benasque.

Por delante nos quedaba un fin de semana de estudio y trabajos, y la semana de exámenes... Pero teníamos la mejor dosis de ánimos...

¡Gracias!










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