Y por fin este año no me perdí tan maravilloso evento, después de las ganas con las que me quedé el año pasado!
Chuchi, Fer y yo salíamos de Salamanca a mediodía, y tras comer en el aparcamiento mientras Tano, Garrote y compañía tiraban para arriba, les seguimos nosotros.
Según llegamos arriba, esta gente decidían tirar hacia un sector nuevo, Poco Punk, de los últimos de la garganta.
Un tanto escepticos les seguimos, no muy convencidos de que encontraríamos por aquellos sitios tan lejanos.
Y la sorpresa fue muy grata, un par de proyectos para los más fuertes, y lo más asequible: un diedro que al final se queda en 5c, y un par de vías de canto con paso a bloque de 6a y 6b, en las que nos lo pasamos como enanos.
Chuchi siempre llevándose las mejores fotos
Según íbamos disfrutando de esas vías, fue llegando más gente: Fafa, Javi, Marta, Jose... y alguno que llevaba allí desde el principio amaneció de su siesta, con lo que la pared se llenó de gente.
Marchamos hacia abajo con el tiempo justo para que no se hiciera de noche, aunque a algunos ya nos tocó bajar con los frontales.
Mogollón de gente y cena rica y en abundancia, como suelen ser las cenas de aparcamiento, y pronto empezó a correr el mojito.
Al día siguiente, tras mucho remolonaer de algunos, fuimos peregrinando poco a poco a los Espinacales, y allí nos tiramos todo el día.
Empezamos con los quintos de la izquierda y a mí me tocó el día tonto. Después del subidón del día anterior, no fui capaz de encadenar nada... Luego probé una vía de las recién equipadas, la del diedro con techo al final, y aunque esa parte si me gustó, arriba en la placa no lo pasé nada bien... ¿sería culpa del mojito?
Chuchi por fin descubrió las delicias de las vías de varios largos, y Fer se merendó vía tras vía. Mientras a Jose y a mi se ve que no nos tocó día bueno.
Pero como siempre, el ambiente y la compañía, lo mejor!!!
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